17.- Lo que va de ayer a hoy.

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Fotos de cuando entonces por B. Santiago Jiménez se encuentra bajo una 
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             Para que luego digan: guapos, limpitos, bien comidos …

Eso sí: segregados, todos chicos, sin niñas... Con lo malo que dicen que es eso...
¿Qué digo, malo? MALÍSIMO  debe ser, a juzgar por la prensa de este Agosto de 2012.
Yo, en su día, es que no debí darme cuenta. Ni los demás. Porque esto eran lentejas, señores: los niños con los niños, las niñas con las niñas.
¡Si ni siquiera existía una tercera posibilidad ! O niño o niña. 
Gay eran unos almacenes, Bazar Gay, en la calle Alemania. Y su antecesora, la tienda/bazar Siro Gay. 
Ponle ahora a tu negocio tal nombre, aunque sea por apellidarte así, digamos Antonio, Arturo, José, Norberto...etc Gay.

¡No odas, poeta!
Pero, al grano, a la foto.Tomada en 1965 o 66, que sobre esto hay dudas.En Madrid.


Trolebuses y tranvías en Cibeles
Estas 3 imágenes son de 1950, o  del 49.
"Rompeolas de todas las Españas,"
 decían entonces algunos. Y existía el Km 0


Aquel Madrid...
Queda el monumento a Quevedo, lo demás se pasó.


De excursión al Museo del Prado con el maestro. Hacíamos una rifa y con lo recaudado y algún otro aporte... Y a Toledo, o  a Segovia y La Granja, o al Escorial y a  otros sitios... (-por ejemplo, este-)
Cada año, una excursión.
Iniciativa encomiable de este buen maestro, con el que NUNCA se cantó el Cara al Sol ni nada de eso. Hablo de los años sesenta en la escuela de San Nicolás; muchos podrían acreditarlo. 
Algún tramo de la valla /tapia exterior se conserva tal cual. 
Puede apreciarse –peor- en otra de estas fotos. 

Sí, íbamos a alguna procesión, porque debían obligarle a llevarnos.
No acudíamos todos, y otros se escapaban por el camino. 
A la proce llegaba el maestro con diez o doce, cuando más.
Tampoco habría represalia alguna, era una defección nada vergonzosa y perfectamente tolerada.
El Maestro tenía en su escuela, que era pública, urbana y suburbial, treinta y tantos muchachos; cuarenta o más, -que a la excursión no iban todos- 
                                     de edades variadas.  
                                    Cuarenta contra uno. 
Se bastaba y sobraba, porque era el Maestro, figura indiscutida, respetabilísima, autorizadísima. 
Especialmente , sobre todo, y sin que nadie les obligara sino con total naturalidad, por los padres.
                                            No pasaba nada. 
En aquel tiempo, se leía una edición (expurgada)  de El Quijote en clase.
En corro, en voz alta, cada uno con su ejemplar en las manos, todos en pie ante Don Alberto, formando un semicírculo, y atentos a la orden "¡ Sigue, Fulano! "
                              El turno era aleatorio, salteado.
Ni uno se despistaba, oyes; cada cual leería mejor o peor, pero distraerse, ni por pienso; y más nos valía...
No se repartían sistemáticamente soplamocos, solo cuando era preciso.
Pero si perdías bola eras medio tonto ante los demás.Y eso dolía como una bofetada.
No se había descubierto nada sobre el TDA, ni menos aún hiperactividad ninguna. No debían de existir esas cosas al igual que (podría jurarlo) ninguno tenía piojos, por entonces.



Juraría que ninguno de estos ha pisado la cárcel... todavía.
Hoy van camino de vejestorios, de jubilatas, sabe Dios cuándo,
De hecho alguno ya está con Él, supongo...
Que nos espere allí muchos años.
Era, soy, el que tiene su pequeña cabecita  justo debajo de la del maestro.
Uno menudo, de blanco.



Pero ahora, amiguetes, soy un verdadero cabezón barbudo, de pelambrera al viento  y de gesto airado, un tanto  bíblico.

Tengo 18 en clase, o quince, o veinte, todos superdotados, especiales, diferentes... 
Dignos merecedores de esto de la atención/educación personalizada (!)
-Mediante Aprendizaje Significativo ¡ojo!-
 Y a estas alturas del siglo ya me cuesta trabajo soportarles. 
Y  a sus padres. 
Les comprendo, sin embargo:
No debe ser fácil ser progenitor del mejor niño del mundo.
¡Mi Niño /Mi Niña !
Hemos tenido que inventar los Departamentos de Orientación, esos.

Y tampoco. 



Aprended, flores, en mí
lo que va de ayer a hoy,
que ayer maravilla fuí,
y sombra mía aun no soy,
¡Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras....!
- De las inocencias a las malas pasiones, que arrepentimiento no cabe.-
(Gracias a Don Luis de Góngora, y a Miguel Hernández)

¿Quieres más delo mismo, aunque no aparezca yo?  Y tal vez será mejor así...


Aquí, circunstancialmente,
cuento al menos tres difuntos.
Potencialmente todos lo somos,
pero se ve que algunos tenían más prisa.
Serían los mejores, sin duda.
El resto, vive y colea,
en la Administración,
en las empresas, en el paro…

 Cuando escaseaba el carbón para la estufa, el maestro mandaba rebuscar entre las escorias de los días pasados, que se arrojaban afuera, a  la inexistente  calle, que era entonces el campo, y llegaría a ser ahora  la Calle de Burgohondo, junto a  la puerta de atrás de la Casa de Misericordia.
Tal caso podía darse algunos días en el curso, tal vez cinco o seis espaciados en varios meses, del invierno. 
No solía faltar; si acaso, escaseaba algún día y era necesario reaprovechar lo que no se había quemado del todo, aquellos residuos donde aún se vislumbrara  un pedacito decarbón.
Casi seguro que para tomar la foto el grupo se compuso sobre el montoncillo de cenizas y escorias de la estufa. 
(El maestro joven era uno de prácticas. La foto debió tomarse con ese motivo)



                                    Memento homo quia pulvis es et in pulverem reverteris.








1 comentario:

mronsan dijo...

Porque ese toque de melancolia no seria mejor decir:
CARPE DIEM